CAMELLIA SINENSIS O LA PLANTA DEL TÉ

No existe duda es que el té es un alimento natural con distintos aromas, variedades y de sabor agradable,  y lo más importante, es que proporciona múltiples beneficios para la salud.

Seguramente pocas personas saben cuál es procedencia del té. Si bien no existe absoluta certeza de dónde proviene, cuenta la leyenda que aparece en el sur de China hacia el 250 A.C, y que sus hojas fueron usadas para otorgar buen sabor al agua hervida y con fines curativos.

También hay indicios que en tiempos ancestrales ya  se cosechaba en Tailandia e incluso en la India, y que muchos años después, los holandeses lo trajeron de Asia a Occidente, pero habrían sido los ingleses que lo introdujeron con éxito en el país donde se consume masivamente hasta nuestros días.

La planta del té es un árbol perenne de follaje muy denso que se mantiene en condición de arbusto para facilitar la cosecha de sus hojas y brotes de distintas variedades de la misma planta: la Camellia sinensis,  un miembro de la familia de las Tesaceas.

En los grandes campos de cultivo de té, los arbustos se podan  para evitar que superen los dos metros, de esta forma resulta más fácil  la recolección manual de sus hojas verde oscuro y de bordes aserrados, que se cosechan antes de madurar.

Las hojas pueden contener aproximadamente un 4% de cafeína y se recogen de acuerdo  a su edad. Es en su estructura química y variadas formas de procesamiento que alcanza distintos niveles de oxidación y clasificar el té en tres grupos principales: té verde, té negro y oolong.

Es a partir del tercer o cuarto año cuando se efectúan las primeras cosechas, lo que generalmente puede ocurrir  desde octubre hasta abril y en periodos seguidos, porque la planta de té puede durar cerca de cien años. Actualmente a nivel mundial se producen más de cinco millones de toneladas de té y es consumido en todos los continentes.